Por una vez voy a explicar algo más que válvulas, tubos y bombas. Porque el caso de Moisés Mena es realmente singular. Este hombre ha sido de todo en la vida: Político, director de coro, encuadernador... Y de todo bueno. Se ha desvivido por su pueblo, Ejea de los Caballeros, y ha recibido el reconocimiento de sus vecinos.
Hará un año Carme y yo entramos en la iglesia de El Salvador, en Ejea, y oímos tocar el órgano durante el oficio. Al acabar no pude resistirme de subir al coro. La intérprete era la Señora Sole, profesora de piano, que no organista -me aclaró-. Le conté lo del blog, este blog, y me explicó que su hermana conocía a un señor que había intentado contruir un órgano en su casa. A partir de ahí todo fue una búsqueda tenaz de teléfonos y direcciones hasta dar con Moisés Mena, quien muy amablemente nos recibió en su casa.
Aprovechando la restauración de uno de los 4 órganos que hay en Ejea de los Caballeros, Moisés Mena fue tomando notas en una libretita. Medía y hacía esquemas de todo lo que los restauradores iban retirando del órgano. Luego, en casa, lo reproducía en madera. Moisés tiene unas manos prodigiosas. Y aún hoy, camino de los 84 años, mantiene el pulso y la habilidad. Todo el proyecto de ese órgano quedó truncado cuando descubrió que se precisaba una bomba especial para el aire: una bomba de la marca
"Ventola" que se vendía en Alemania.... Y ahí se quedó el órgano, cargándose de polvo en el garage, durante 30 años.
Moisés quedó muy sorprendido que alguien se interesara por ese montón de madera que guardaba en su garage. Más sorprendido aún cuando le comenté que se podían fabricar órganos con tubos de pvc y un secador de pelo... Moisés Mena tenía todo eso en casa: Su hijo lleva un negocio de instalaciones de agua y electricidad. Los tubos de pvc no son un problema. Y un secador de pelo viejo seguro que aparece por la casa... Al cabo de dos dias tenía el órgano terminado. Moisés es un hombre apasionado con lo que hace. Se le pasan las horas sin darse cuenta mientras trabaja en algún proyecto.
De resultas de un cambio de maquinaria en la empresa donde trabajo salvé de la chatarra varias turbinas. Una de esas se la envié a Ejea. No es una
"Ventola" alemana, pero es bastante silenciosa. Moisés armó una caja para insonorizarla. Y con permiso de su mujer, Milagros, y con la ayuda de su hijo taladraron la pared de la casa para dejar el órgano en el vestíbulo y la turbina en el garage. Así, prácticamente no se oye el rumor.
Este es el órgano de cuatro octavas.
Aún sobraron unos tubos de pvc y Moisés Mena armó un pedal para que el órgano tuviera una quinta octava. El pedal está articulado por el extremo más próximo al organista. Acciona las válvulas directamente.
Pero Moisés Mena no es organista. Así que, poco a poco, ha empezado a practicar. De este órgano va saliendo el delicioso bolero
"Perfidia", que popularizó la orquesta de Xavier Cugat, y algo más clásico como la Tocata y Fuga en Re menor de Johan Sebastian Bach.
Los tubos no guardan una relación constante entre largo y ancho. En general los tubos graves se quedan estrechos.
Una visita de una vecina a este órgano acabó con el regalo de un juego de tubos
Viola en madera.No estaban todos. Moisés Mena completó los que faltaban manteniendo las proporciones y los
coloreó con una solución de Nescafé para que tuvieran el mismo color que los originales. El freno que llevan estos tubos -para que imiten el timbre producido por la fricción del arco- lo fabricó en bronce. Prácticamente no se descubren cuales son los tubos nuevos.
Este organo portativo Moisés Mena lo llama "el de la santa", ya que Santa Cecilia, patrona de la música, se suele representar tocando un órgano portativo.
Detalle del fuelle.
En la tapa del fuelle, pirograbados, los primeros compases de la Tocata y Fuga en Re menor.
La visita continua con un órgano realizado con tubos de papel. El papel, fuerte, estucado, se obtuvo de los carteles que se cuelgan en los escaparates de las tiendas para anunciar las ofertas y las promociones. Se endureció con cola blanca de carpintero y se empleó como mandríl para curvarlos los mismos tubos de pvc.
Y por último he dejado el órgano que quedó inconcluso hace 30 años. Ahora ya se va terminando. La joya de la corona:
Tiene 4 octavas, 5 registros y un teclado manual.
Aquí se ven dos hilera de tubos colocados Al pie de la foto se aprecian las correderas.
Detalle de las correderas:
Aquí se observa la caja reguladora de presión. Va lastrada con viejos azadones sin mango, justo homenaje a los hombres de campo de Ejea de los Caballeros. También se ve la toma del aire que, ahora, procede de un aspirador de cenizas para hogares. Y también se puede ver, a la derecha, la reducción ya que en este órgano los tubos no van colocados cromáticamente. Dicho de otra forma, los tubos no están en la vertical de las teclas que los hacen sonar. Esas varillas metálicas desplazan el movimiento de la tecla hasta la posición de la válvula.
Por ahora sólo suenan algunos tubos. Moisés Mena me comenta que aún se escapa mucho aire del secreto y de las tablillas que guian las correderas. Es cierto: por todos lados se escuchan los silbidos del aire que saliendo por los distintos resquicios.
Moisés y su esposa Milagros estuvieron realmente muy amables con nosotros en esta visita. Estoy seguro que con el carácter y empeño de Moisés -y el apoyo incondicional de Milagros- este órgano verá pronta su conclusión.